Agresividad de 0 a 6 años Agresividad en la Infancia Infancia

Rabietas de 1 a 3 años

Las rabietas se inician alrededor del año, y son más explosivas y frecuentes entre los dos y los tres años. Las rabietas son una reacción emocional a algo que produce malestar.

Las causas suelen estar relacionadas con:

– cansancio

– hambre

– aburrimiento

– exceso de estimulación

– no conseguir lo que desea

– que interrumpan una acción que quiere seguir haciendo

– que algo le salga mal

– cuando están estresados

– tensión y estrés familiar

Estas necesidades y deseos frustrados desencadenan reacciones fuertes de llanto, gritos, rigidez motriz, golpes, patadas, tirarse por el suelo, insultos, romper cosas e incluso dirigir la rabia contra sí mismo: morderse, arañarse, darse golpes en la cabeza.

Las rabietas son una explosión de rabia, de ira, que termina en una dificultad enorme para controlarse y para que le controlen. Es una necesidad súbita de sacar la tensión emocional que algo le ha producido.

El niño no puede calmarse hasta que se libere de la tensión que en un momento se desencadena, y esta tensión no tiene otra forma de liberarse en estas edades que con una explosión global del cuerpo, mediante gritos, llantos, rigidez motriz, descontrol motriz. Las rabietas se calman por si solas, la explosión se va apagando a medida que libera tensión y entonces quedará el disgusto y el enfado, que también irá desvaneciéndose.

Son momentos difíciles para el niño y los padres o adultos, que ven como pierde el control y no pueden hacer nada para controlarle, cuanto más intervienen más intensa es la rabieta, crean más tensión y más dificultad para calmarse.

Es un momento explosivo, en los adultos se denomina explosiones de ira y si son frecuentes trastorno del control de los impulsos.

Recomendamos autoinstrucciones para que el adulto no pierda la calma.

Autoinstrucción para los padres, adultos en general, y niños mayores que estén presentes:

– Calma, es la edad de las rabietas.

– Lo está pasando mal, necesita quitar toda esta fuerte tensión que se le ha acumulado o sobrevenido.

– Lo seguiré observando y seguiré pensando: pronto se calmará, solo debo estar atento para que no le pase nada, ni se haga daño y para evitar que rompa algo o dañe a otros.

No es el momento de sonreír por el espectáculo, como de forma natural suelen hacer los hermanos mayores, o niños un poco más mayores. Si hay niños un poco más mayores, se les dice: silencio y no te rías que lo está pasando mal. Silencio.

Los padres y los adultos

– Solamente observar en silencio, o con un tono de voz sereno y tranquilo: Calma, no te preocupes. Solo decirlo de vez en cuando, para que sepa que está allí, si hablamos mucho aumentará la tensión y la rabieta, tardará más en calmarse.

Anticiparse

Muchas rabietas pueden anticiparse, la mayoría de padres conocen a su hijo y saben qué cosas pueden provocarle una rabieta, si esas son controlables y no son importantes, pueden evitarse, de este modo evitarán situaciones que provoquen rabietas, controlando esas situaciones controlamos las tensiones que se dan en las relaciones. El niño tiene que aprender a tolerar la frustración, pero una sobredosis de tolerancia a la frustración, en estas edades, es contraproducente emocionalmente, puede terminar derivando más adelante en niños agresivos o en niños inhibidos o en otros problemas afectivos.

A veces es aconsejable satisfacer las necesidades de un niño al inicio de una rabieta, al inicio

– Cuando está cansando

– Cuando tiene hambre

– Cuando tiene sueño

– Cuando está estresado

En estos momentos, siempre que sea posible, se puede ceder a los deseos de los niños: está cansando y quiere irse, si es posible, mejor es irse

Cuando está deseando algo que no puede tener, y no es necesario, mejor no ceder, tendrá una rabieta, pero irá aprendiendo a tolerar y esperar, a tolerar la frustración.

Cuando se dé cuenta de que puede iniciar una rabieta intente distraerle. La distracción funciona bastantes veces en niños menores de 3 años cuando aún no están en plena rabieta, sino no funciona, en plena rabieta ya no suele funcionar.

La empatía es mejor que el razonamiento y que el castigo en estas edades.

Empatía: te entiendo pero no puede ser, y si tiene una rabieta, recuerde: calma y deje que libere la tensión, vigilando que no se haga ni haga daño.

Recuerde, las rabietas, los berrinches es la manera que tienen en estas edades de expresar su enfado, vamos a decirle que no es correcto pero lo podemos entender, y cuando se haya calmado le propondremos otras formas de expresarlo, no lo aprenderá enseguida, pero los resultados a largo plazo son mejores para el desarrollo social y emocional de los niños.

Cómo reaccionar ante una rabieta 

– no pierda el control, recuerde: es la edad de las rabietas

– aléjese un poco del niño, si es posible, y no diga nada, simplemente espere. Cuando le decimos algo, y especialmente si le reñimos, la rabieta es más fuerte y más larga

–  si le dice algo, una palabra fea, un insulto, no conteste, no diga nada, cuando se calme ya hablarán

– si quiere darle patadas, mordiscos, arañazos, sepárese y diga: NO

– si el niño intenta hacerse daño, sucede pocas veces, no se lo permita, sujételo con fuerza y firmeza y dele algún objeto que puede abrazar, como una almohada, no importa si la tira, irá descargando la furia poco a poco.

– si la rabieta es muy intensa, apártese un poco, no se vaya y vigile que no se haga daño, si quiere darle patadas, o pegarle, agárrele fuerte y no se lo permita.

– si está en un lugar público, justo cuando empieza la rabieta, cójalo con fuerza y llévele a un lugar más apartado, y espera a que se pase.

Las rabietas duran unos 5-20 minutos, si dejan que saque la tensión sin intervenir, protegiéndole y evitando que le haga daño, pero sin hablar

Si las rabietas son frecuentes, intensas y duran más de media hora, es imprescindible consultar al psicólogo. El enfado puede durar más pero la explosión de rabia no suele durar más tiempo, a no ser que de inmediato le recuerde que no va a conseguir lo que quiere, porque entonces puede volver a desencadenarse.

Las rabietas en estas edades son normales, pero si son excesivas es necesario valorar qué está provocando esas reacciones:

– Exceso de cansancio

– Sobreestimulación

– Ansiedad

. Estrés

– Suceso traumático

– Alteración neurológica

– Hipersensibilidad

– Estilo educativo

– Conflictos familiares

– Otras causas

Las rabietas son desagradables y muy molestas para todos, pero es necesario que las tenga, sino tiene rabietas, debemos preocuparnos, suele ser un indicador de problemas o trastornos.