La intervención cognitiva-conductual en formato de autoayuda se puede resumir en lo siguiente: detectar el problema-trastorno y elegir las herramientas y tareas que enseñan a gestionar los pensamientos, las emociones y conductas que producen un malestar innecesario.
Lo primero es detectar problemas: qué creo que me pasa, y buscar y responder a los formularios para confirmar o descartar problemas.
Lo segundo, una vez detectado un problema, leer la información básica en la guía de autoayuda sobre ese problema-trastorno, y seguir las instrucciones para elaborar un plan de trabajo personal.
Tercero, leer y realizar las tareas y ejercicios que han demostrado, empíricamente, su eficacia al aplicarse a esos problemas.
La terapia cognitiva en formato de autoayuda tiene como objetivo enseñar a cambiar la forma de pensar los problemas que le agobian, no se trata de cambiar a la persona, sino la forma de pensar y comportarse frente a situaciones que le causan un exceso de emociones y sentimientos negativos que, para esa situación, o hecho, no son necesarios.
Detectar problemas y elegir las herramientas y tareas que favorecen el cambio en la forma de pensar y actuar frente a ciertos acontecimientos, o hechos, que personalmente le abruman, le abaten, dificultan sus relaciones personales, laborales y su bienestar cotidiano en general.
La intervención cognitiva en formato de autoayuda ha demostrado ser eficaz cuando se realizan las tareas que se proponen para cada tipo de problema-trastorno.
Recuerde, puede hacerlo solo o con guía de un profesional.
Si se atasca, o no tiene claro como preparar su programa de autoayuda, puede consultar sus dudas a un profesional que le guiará en cada momento que precise.