Agresividad de 0 a 6 años Agresividad en la Infancia Infancia Psicología y Desarrollo

Peleas de 2 a 6 años

Los niños pequeños se pelean especialmente a partir de los dos años. La mayoría de veces es para conseguir algo que otro tiene o que le ha quitado, otras peleas pueden ser por alguna agresión recibida, intencionadamente o no, por otro niño: le ha empujado, ha roto un juguete, un dibujo. En estos casos suelen quejarse al adulto o mostrar su rabia pegando al niño y el otro niño responder y se inicia una pelea. Otro motivo de pelea es no compartir algo y entonces intentar quitárselo al otro, el otro se resiste y se empieza la pelea.

Entre los dos y los tres años dominan las rabietas, pero se inician las peleas.

Ya hemos comentado en otro artículo, cómo actuar cuando tienen rabietas, ahora veremos qué hacer cuando pelean.

Como actuar cuando pelean

– lo primero es la seguridad: separar, apartar… para que no se produzcan daños

– recordar las normas de forma breve: No pelear, no a las conductas agresivas

– Calmar a los niños que se pelean: Basta, tranquilos, calma, y vemos qué os ha molestado tanto.

Y recuérdeles la otra norma: Os podéis enfadar, con razón o sin razón, y lo vais a hacer de forma más tranquila y sin hacer daño, ni pelearse.

Usted es el adulto, procure mantener la calma y decir que se calmen y tranquilicen y luego lo hablarán. Estamos enfadados, llenos de rabia, nos calmamos.

– Calmarse

– No castigar

– Esperar a que se calmen

Cuando estén tranquilos, pregunte qué es lo que más les ha molestado, a cada uno, para que expresen sus sentimientos.

La ira centra la atención en el problema, pero no en la solución. Calmarse y después buscar la solución.  Les enseñamos a explicar el problema, y a centrarse en la solución sin necesidad de la pelea. Buscamos la solución, en lugar de dar vueltas al problema y a quién tiene la culpa.

Resolver el problema que ha provocado tanto enfado, y valorar las circunstancias.

No es necesario castigar, es una edad para resolver los conflictos, las peleas, enseñando cómo deben actuar. Valorar quien tiene razón en esa situación y enseñar la conducta alternativa a la pelea.

Por ejemplo, si le han quitado algo, le dirá que se lo devuelva, y si el otro no lo devuelve irá a quejarse al adulto para que le ayude y aclare la situación.

Si se repite con frecuencia, algo no funciona, podemos utilizar la ayuda del adulto como primer paso, para solucionar el tema. Si se repite la situación con el mismo niño que quita cosas, es necesario plantearse qué técnica o estrategia utilizar para cambiar la conducta del agresor, el que quita cosas, y si no fuese suficiente es el momento de plantearse ir al psicólogo para que valore si es necesaria una intervención más especializada.

Con ello ayudamos al niño-agresor a modificar su comportamiento con intervenciones adecuados al niño y familia y si es necesario con pautas para el centro escolar.

Si quiere castigar, asesórese de cómo hacerlo para ser eficaz y no solo como respuesta de poder sobre el niño.