Corregir malos hábitos al respirar con el fin de lograr una respiración normal, correcta, es parte del aprendizaje de la respiración lenta, diafragmática.
Los malos hábitos al respirar causan malestar y problemas de salud.
A continuación nombramos algunos malos hábitos que es imprescindible corregir.
– Respirar por la boca
– Hiperventilar, coger más aire del necesario para una buena oxigenación de los órganos
– Suspirar en exceso, sin motivo aparente
– Bostezar, sin motivo aparente
– Coger aire por la boca antes de empezar a hablar
– Tendencia a inclinar el cuello hacia atrás, cuando hablamos, o respiramos
– Tendencia a subir los hombros cuando respiramos o estando quietos
– Comer rápido y con la boca abierta, cogemos más aire del necesario
– Hinchar la barriga cuando soltamos aire
Otras cosas que hacen que respiremos mal
– Enfermedades: asma, EPOC, bronquitis, y otras enfermedades que impiden respirar bien
– El estrés, mantiene el cuerpo en tensión, y esa tensión hace que respiremos más rápido sin darnos cuenta.
– La ansiedad causa tensión física y mental, lo que aumenta la respiración rápida, hiperventilar. Al hiperventilar cogemos más aire del necesario, y es una de las causas de los síntomas tan desagradables de la ansiedad: sensación de ahogo, mareos, taquicardia, dolor en el pecho…
– Los nervios, cuando nos enfrentamos a algo importante para nosotros
– La postura al andar, al estar sentado
– Tipos de alimentos, los peores son los alimentos procesados que favorecen respirar rápido
– Sustancias nocivas: el alcohol, tabaco y otras drogas.
– Problemas de sueño
– Exceso de peso y obesidad
– Deshidratación
– Ejercicio físico incorrecto, es necesario conocer qué tipo de ejercicio es el adecuado para cada persona y cómo respirar cuando lo realizamos
Los malos hábitos respiratorios, enfermedades, mala alimentación, entre otras cosas, favorecen una respiración incorrecta, generalmente se respira por la boca, rápido y de forma pesada, lo que hace que entre demasiado oxígeno, y que el dióxido de carbono disminuya (CO2). El dióxido de carbono es necesario para mantener los vasos sanguíneos dilatados, al disminuir el CO2, los vasos se contraen y producen más dificultad para respirar, mareos y otros síntomas muy desagradables.
Si estamos sanos pero respiramos mal, los órganos del cuerpo terminan funcionando peor, aunque no sea grave, produce cansancio, fatiga, dolor muscular, mareos, sueño de baja calidad, insomnio, y si tenemos preocupaciones que nos producen ansiedad, entonces los síntomas se intensifican enseguida y el malestar físico y mental es mayor.
Observe cómo respira, y si cree que tiene algunos malos hábitos al respirar, especialmente el de respirar por la boca, reserve unos minutos al día, unos minutos para reeducar la respiración, en poco tiempo notará mejoras en su estado físico y mental. Y, además, habrá aprendido una herramienta natural y eficaz, para controlar la ansiedad y el estrés.
Si tiene alguna enfermedad que le dificulta respirar bien, entonces es necesario que consulte qué ejercicios de respirar son los adecuados.