Los estudios sobre acoso escolar señalan que existen dos tipos de acciones claras que conducen a la agresión entre alumnos.
- Agresión reactiva. Una situación que produce agresión es la vivencia de que otro te está agrediendo, esta vivencia o percepción desencadena la ira de un alumno o grupo hacia el alumno que creen les está agrediendo.
Cuando se produce este tipo de situación la agresión se denomina agresión reactiva ya que los atacantes reaccionan a una agresión o supuesta agresión del que ahora acosan.
- Agresión proactiva. La segunda situación es la que se produce cuando un alumno y sus compinches acosan a otro alumno con el único motivo de obtener satisfacción, la satisfacción principal que buscan como recompensa es el poder de dominar a otro. El poder derivado de observar la sumisión de otro (Ronald, E.; 2010). La principal satisfacción es observar a otra persona humillada, sometida, y a la vez los acosadores obtienen otra recompensa que es la pertenencia a un grupo. Poder y sentimiento de pertenecer a un grupo de amigos son las dos recompensas que producen satisfacción al acosador y acosadores que le acompañan, a sus compinches. Cuando se produce este tipo de agresión para sentir satisfacción se denomina agresión proactiva, agredir para sentir satisfacción de poder, esa satisfacción de tener poder es la recompensa que se obtiene por agredir a otra persona.
La agresión proactiva es la agresión característica del acoso escolar.
Existe acoso escolar producido por agresión reactiva, pero la mayoría de conductas de acoso escolar se producen por agresión proactiva, sin un motivo que desencadene rabia, frustración o ira en el acosador, normalmente es simplemente para obtener la recompensa de sentirse bien maltratando a otro, dominando y humillando a otros, la satisfacción de tener poder sobre otro. Como señalan Salmivalli y Peets (2010) “Sentirse poderoso puede aumentar la autoestima, la autoeficacia para la agresión, y en consecuencia derivar en la conducta denigrante de otros.”, p. 83 y añaden: “Así pues, los agresores tal vez no experimenten necesariamente una fuerte aversión hacia la víctima, lo que concuerda con la idea de que el bullying, el acoso, persigue unas metas y objetivos específicos en lugar de estar motivado por emociones negativas, tales como la ira.” p. 85 (1)
La lista de conductas dañinas según el Defensor del Pueblo, UNICEF, 2007, que se utilizan con frecuencia para acosar e intimidar
- Bromas agresivas: se utilizan para agredir y acosar
- Ignorar
- Esquivar
- Difundir rumores
- Insultar
- Amenazar
- Empujar y golpear
- Otras
Estas conductas, a simple vista, pueden no parecer graves, pero lo son. Lo son para quien las padece y lo son desde el punto de vista de educación para la paz y educación en el respeto a los demás. Son agresiones, y como tal deben estar contempladas en el plan de convivencia escolar.
(1) Salmivalli, Ch. y Peets, K. (2010): “Bullying en la escuela: Un fenómeno grupal”. Cap. 3 en Ortega, R. (coord.) (2010): Agresividad injustificada, bullying y violencia escolar. Ed. Alianza Editorial. Madrid.
