Agresividad de 0 a 6 años Agresividad en la Infancia Infancia Psicología y Desarrollo

Puedo enfadarme

“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.” (1)

Se trata de enfadarse pero no quedarse atrapado en el enfado, que no solo produce malestar sino que genera rabia, odio.

Puedo enfadarme, puede enfadarse. Pero es necesario aprender a manejar el enfado. Las primeras edades son un buen momento para enseñar a enfadarse, y en las siguientes fases del desarrollo, seguiremos enseñando a manejar los enfados.

Puedo enfadarme pero de forma aceptable socialmente, y esto es lo que debe enseñar el adulto a los menores, nos enfadamos, pero con modales. El adulto debe reaccionar con modales ante el enfado de los niños, el adulto es el modelo a seguir como primera enseñanza.

Y si como adulto tiene explosiones cuando se enfadan los niños, tiene que aprender a controlar las explosiones que le producen, los niños están aprendiendo y pueden enfadarse, los adultos pueden enfadarse pero con empatía hacia el enfado del niño.

El adulto, deberá demostrar empatía hacia las emociones del niño, en este caso empatía hacia el enfado. Empatía, en este caso es sintonizar con la emoción del niño. La emoción del niño es que está molesto por algo, siente malestar porque desea algo o no le permiten algo. Empatizar con la emoción es decirle que entendemos su molestia, tenga o no razón. Significa que entendemos que se pueda molestar, y expresar su malestar.

Esperaremos a que se calme y según la edad, le explicaremos después cómo enfadarse y revisaremos lo que ha sucedido.

Dos habilidades para controlar los enfados: autocontrol y empatía (simpatía)

Estas dos habilidades básicas, se aprenden.

Los niños pueden aprenderlas en edad temprana y siguientes edades. Y los adultos que sufren tensión y rabia por no controlar a los niños o porque no obedecen y molestan, tienen que aprenderlas también. Estas habilidades facilitan las relaciones, la convivencia y el bienestar personal.

  1. Autocontrol: Calma

La calma se consigue respirando y ayudándose con autoverbalizaciones del tipo: Calma, calma, está enfadado o estoy enfadado, y mientras respiramos.

  1. Empatía: puedo enfadarme y puede enfadarse, estamos dolidos, luego veré qué hacer.

(1) Goleman, D. (1996) La inteligencia emocional. Ed. Kairós. Barcelona (El desafío de Aristóteles, Ética a Nicómaco, p. 7)