Agresividad en la Infancia Infancia Psicología y Desarrollo

Enfadarse con modales

© 2023 Vidal Lucena, M.

Enfadarse con modales es una propuesta que incluimos en el programa ERAC (Enseñar a Respetar-Aprender a Comportarse). (1)

Es una propuesta que hemos trabajado durante años, y de los 3 años hasta 16 años. Actualmente lo trabajamos con adultos con explosiones de ira y dificultad para controlar las emociones.

Las explicaciones y formas de enfadarse con modales varía según la edad, pero el objetivo es el mismo: expresar el enfado, la rabia, el enojo, la frustración… de forma aceptable socialmente y sin perder el control.

La frase que resume la pauta o secuencia para enseñar a enfadarse es:

Puedo enfadarme, pero sin perder los modales, calma, sin perder el control.

Puedo expresar mi malestar por lo que sucede: sin gritar, sin insultar, sin agredir a los demás.

Nos dimos cuenta de que las familias que enseñan a comportarse de forma aceptable socialmente, suelen decir a los menores: No te enfades.

No te enfades, es una expresión que seguramente utilizamos todos, y aunque se diga de forma cariñosa, es incorrecta la mayoría de veces, especialmente cuando lo que se pretende es evitar  grandes explosiones de enfado.

El enfado es una emoción que expresa malestar, dolor emocional, con o sin razón. Las emociones expresan estados anímicos, forman parte importante de la comunicación. Aprender a expresar los estados anímicos que genera el enfado es lo que ayuda a controlar la ira, la cólera, la furia. Aprender a gestionar la intensidad del enfado y cómo expresarlo, ayuda a la socialización temprana y favorece las relaciones interpersonales.

Se trata de enseñar a enfadarse sin conductas agresivas hacia los demás ni hacia uno mismo ni hacia objetos u animales.

El sentimiento de ira, de rabia es una reacción emocional desencadenada por un suceso. En las primeras edades depende básicamente del suceso, y a partir de los 3 o 4 años la intensidad del enfado dependerá de la interpretación que le demos al suceso, y la interpretación va a depender de nuestras creencias sobre qué es lo justo y correcto.

Cuando interpretamos un suceso como una injusticia, ofensa, maltrato, desconsideración, falta de respeto hacia nosotros, nos indignamos. El resultado es enfado, rabia, hacia quien provoca el suceso indignante. La respuesta puede ser pausada o descontrolada.

El enfado y rabia es la reacción emocional normal hacia algo que molesta, es una reacción automática del cerebro ante un ataque, y la respuesta primera es apartar lo que molesta. La forma de apartar lo que molesta es en las primeras edades: gritos, llanto, rigidez corporal, manotazos, patadas, insultos, en definitiva se activa el repertorio de conductas que tiene un niño según su edad para conseguir calmar el malestar que le produce algo.

A medida que avanza el desarrollo, las personas tenemos más repertorio de conductas para apartar lo que nos molesta, además aparecen  los valores y creencias que se van aprendiendo que van a servir para interpretar y juzgar los hechos de forma automática. A su vez, valores y creencias están condicionadas por la edad de desarrollo que es la que posibilita la capacidad y habilidad de reflexionar sobre el hecho, las circunstancias, la intencionalidad y establecer un juicio dependiendo de la diversidad de factores que concurren en el hecho y eso hace que la reacción emocional primera de apartar lo que molesta, se haga de una forma más reflexiva, menos impulsiva que en las primeras edades. La sopa está muy caliente, me quemo: doy un manotazo y lanzo el plato, grito, lloro, y si se me acerca el que me ha puesto el plato le doy otro manotazo. Esa es la reacción primera, primaria, hasta los 3 o 4 años, para apartar lo que me molesta. Podemos moldear esa conducta primaria y enseñar a comportarse de forma correcta socialmente.

Enfadarse con modales es el primer paso para enseñar a controlar las emociones y favorecer las relaciones sociales en todas las edades.

El segundo paso es enseñar a reflexionar sobre lo que ha ocurrido, para favorecer la gestión de las emociones y no solo su control. Gestionar nos enseña que podemos elegir las emociones y su intensidad en la mayoría de las ocasiones, y poder reaccionar de forma personal más socialmente y sentirnos más eficaces y menos condicionados por los demás y sus conductas.

Enfadarse con modales: Secuencia para todos, niños y adultos

Suceso que produce malestar, enfado

Primera pauta: Reaccionar con modales: Calma

  1. Enfado: Puedo enfadarme
  2. Cómo: Con calma. Controlar emociones, sustituir la agresividad por la calma.

El control de las emociones, de la ira, es un primer paso para reaccionar con modales, mostrar un comportamiento aceptable, es importante porque evita peleas, agresiones, y disminuyen los enfados.

Controlamos la reacción intensa, explosiva, que produce el enfado, pero la rabia puede y suele seguir viva, y produce malestar posterior a lo sucedido que puede derivar en relaciones tensas, rupturas, y en casos extremos odio, rencor, venganza.

Segunda pauta: Reflexionar

  1. Después de la calma: Reflexionar, qué ha sucedido, qué me ha molestado, cómo solucionar el problema.

La reflexión es la forma más eficaz para gestionar la rabia, la ira, odio, rencor.

La reflexión es lo que consigue que la rabia desaparezca, es un segundo paso pero el más importante.

“Cuando reconsideramos el incidente y nuestros pensamientos, la interpretación, es cuando la ira disminuye ya que es nuestra tendencia a interpretar que van contra nosotros. Es lo que el psicólogo  Irvin Sigel llamó “retirada de la ira”. Si los problemas son frecuentes y no se puede solucionar, lo mejor es buscar asesoramiento terapéutico.” (2)

Enfadarse con modales, es un primer paso, para controlar nuestra reacción y para evitar más tensión y enfado en ese momento, es una de las mejores formas para controlar la situación.

Me enfadaré de una forma aceptable socialmente y evitaré todo tipo de agresión verbal o física, directa o indirecta.

El segundo paso, y más importante, es reflexionar sobre la interpretación que hacemos del suceso: no es justo, quiere ofenderme, maltratarme, faltar al respeto, abusa de su poder para humillarme…, puede que sea así, o que nuestra interpretación sea errónea. En cualquier caso, buscaremos la solución para cualquier interpretación que nos lleve a sentir rabia.

  1. Enseñaremos cómo enfadarse desde las primeras edades: Enfadarse con modales
  2. Enseñaremos a reflexionar sobre lo sucedido y la interpretación que le doy al suceso.

En las primeras edades con ayuda del adulto, y decidirán la solución aceptable sin recurrir a la violencia, o pelea, puedo aprender a solucionar los conflictos sin pelearme, o sin pelearme la mayoría de veces.

(1) Vidal, M. (2013) Programa ERAC (Enseñar a Respetar-Aprender a Comportarse)

(2) Beck, A.T. (2003) Prisioneros del odio. Las bases de la ira, la hostilidad y la violencia. (p. 132) Ed. Paidós. Barcelona.