Psicología y Educación

Disciplina para la escuela y para la vida

Entrevista a la Dra. Margarita Vidal, Perú, agosto 2002 (1)

  1. ¿ Qué entendemos por disciplina, autoridad y castigo en un centro de estudios que forma estudiantes libres autónomos y responsables en la escuela, en la sociedad y en la familia?. En un centro de estudios que forma estudiantes libres, autónomos y responsables ante su propia persona, escuela, familia y sociedad el concepto Disciplina debe entenderse como una necesidad personal y social que permita garantizar la convivencia en un centro o comunidad. Debe entenderse como un conjunto de normas en función de unos objetivos educativos y como un proceso de aprendizaje escolar y familiar. Debemos entenderla como un instrumento educativo y no represivo. Enseñar a buscar el equilibrio entre la libertad individual y la libertad del otro o del grupo. Enseñar a controlar las emociones, actos y deseos, adecuarlos a los contextos o entornos en los que en un momento determinado nos desenvolvemos o desarrollamos. Se trata de crear consciencia de la necesidad de aceptar normas justas que justifiquen la igualdad. La igualdad es crear espacios donde nadie somete a nadie, se comparten verdades o creencias, se instruyen en ellas pero se permite reflexionar, pensar y discrepar. Avanzar en una sociedad más justa y humana es educar aceptando la autoridad, no el autoritarismo o sometimiento injusto de un individuo por otros u otros.

La disciplina implica autoridad pero no sometimiento, ni abuso ni exceso de poder. Implica la aceptación y cumplimiento de normas de convivencia y creer en la necesidad de las mismas y en la necesidad de avanzar y modificarlas si es preciso para ser más justos con nosotros mismos. Hay que educar la voluntad del alumno, del maestro y de la familia. Los valores son los que enmarcar los deseos, ayudan a tomar consciencia de que sólo puede producir satisfacción lo justo, pero lo justo humanamente hablando no son mis propios deseos, ni siquiera mis creencias, ni mi propia cultura. Lo justo es un espacio para todos. Podemos asegurar que en función de los valores que enseñemos desatamos unos deseos determinados y permitimos que se transformen en acciones determinadas. Es por lo tanto la Educación en Valores Compartidos, en otras palabras mis derechos y mis deberes, los que favorecen la disciplina interna, la autodisciplina y nos hace personas. El castigo es una técnica que puede ayudar a controlar el comportamiento, sólo si sabe utilizarse adecuadamente. En todo caso, el castigo más que enseñar controla conductas. Y para que sea eficaz hay que aprender a castigar.

  1. ¿Qué significó antes la disciplina y qué significa hoy? ¿cómo debe entender la escuela hoy la disciplina? Básicamente significó, y significa en muchos casos, el control externo que se ejerce sobre los individuos en función de unas normas impuestas que deben ser aceptadas y en muchas ocasiones añadiríamos descubiertas pues no han sido explícitadas ni enseñadas. La escuela actual entiende por disciplina un conjunto de normas y reglas que permiten mantener un aceptable orden social, escolar o familiar. Para enseñar estas normas de comportamiento se utilizan un conjunto de procedimientos que canalizan las conductas hacia una manera determinada de comportarse y en función de entornos determinados, La disciplina se contempla, pues, como un conjunto de procedimientos que favorecen el aprendizaje de unos objetivos educativos que facilitan la convivencia y la adhesión al grupo, en este caso al grupo escolar.
  2. La manera de corregir hoy en la escuela ha tenido un proceso.

Es muy diferente lo que se experimentó en el aula hace muchos años a los que propende hoy. Se decía “La letra con sangre entra”. Sin embargo, esta “forma de educar” no deja de ser parte de nuestra cultura latina y peruana y de muchos otros lugares del mundo. A pesar de saltos democráticos, deberes y derechos en el aula de profesor y alumnos hay como cierto poder donde el profesor tiene la razón.

¿Qué planteamientos educativos hacer ante esta realidad?

Sí, antes se decía la letra con sangre entra, actualmente la tendencia generalizada es que la letra con instrucción o reeducación entra. Pero y en sentido figurativo “el comportamiento con sangre entra” sigue siendo el lema más utilizado , dicho de otra manera, hay una tendencia ayudar y ajustar los aprendizajes instrumentales a los alumnos de bajo rendimiento, pero no existe un apoyo parecido a los alumnos de bajo rendimiento conductual.

Se sigue utilizando en exceso el castigo para un inadecuado comportamiento en lugar de enseñar a comportarse como objetivo programable desde las primeras etapas escolares. El planteamiento educativo ante esta realidad, es reflexionar sobre el curriculum y plantear la disciplina escolar como un objetivo educativo programable con la finalidad de favorecer el aprendizaje moral, al igual que se programa el proceso de aprendizaje académico.

  1. ¿Es posible educar en la disciplina alumnos con falta de motivación con acceso y exceso al mundo de la técnica: internet, cable, video, dvd etc. Y con estilos de aprendizaje diferentes?

Sí, si es posible, deseable y necesario si queremos avanzar hacia una educación más humana. Al igual que se diversifican las ayudas a los alumnos en función de sus dificultades de aprendizaje, debe diversificarse la ayuda que precisan niños –alumnos indisciplinados. Existen y se está avanzado en programas de intervención psicopedagógica para desarrollar la voluntad según diferentes estilos de aprendizaje.

La capacidad para esforzarse y cumplir las tareas , para regular las actividades de las que deben responsabilizarse, para organizar horarios que permitan realizar diferentes planes: esfuerzo y ocio. La voluntad es un instrumento muy poderoso que posee el ser humano, pero debe ejercitarse, enseñarse. Y debe enseñarse desde el inicio, desde muy pequeños y no cuando fracasan.

  1. ¿Cuándo se castiga? ¿Cuándo es posible el castigo? ¿Cuándo es educativo castigar? ¿Castigar o razonar?

Suele castigarse cuando el alumno responde inadecuadamente y en un contexto determinado. No castigamos por hablar en casa, pero si en el aula. No castigamos por moverse en el recreo pero si en el aula. Suelen castigarse conductas que entorpecen el ritmo de la clase ya sean mínimas o graves. Quizás el problema actual es que el profesor no sabe castigar, ni cuando ni como. No tiene una formación adecuada para establecer sanciones ajustadas a la conducta incorrecta. Un dato significativo y curioso es el que nos encontramos en un estudio piloto realizado y financiado por El Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación en el año 2000. Preguntábamos a los profesores de diversos niveles si programaban los castigos como respuesta propusimos solamente dos opciones con la finalidad de que se decantaran por una de ellas, la respuesta mayoritaria fue que el 91,1% del profesorado encuestado, no programa las sanciones, las consecuencias o castigos, si no que depende de lo que ocurre. Es un dato alarmarte y grave en un país como España. La disciplina no puede ser subjetiva, no puede depender de lo que ocurra, ni de un profesor determinado, o del humor del día. La indisciplina y por lo tanto sus consecuencias deben estar regladas, y deben ser conocidas por todos los miembros de la Comunidad Educativa, las consecuencias de una conducta incluido el castigo adecuado y justo debe anticiparse, entonces es posible castigar. Los centros educativos programan sus enseñanzas, debemos llegar a darle la misma prioridad al comportamiento: sus objetivos, sus contenidos, su secuenciación, su evaluación…, el castigo puede entenderse como educativo siempre que lo enmarquemos en el sistema de enseñanza y no olvidarnos que forma parte de un binomio: premio-castigo.

Castigar para controlar conductas y enseñar y premiar la adecuada. Explicar y enseñar las conductas esperadas en ese contexto y en otros entornos, explicitarlas y razonarlas conjuntamente es una estrategia más eficaz que el castigo y que el propio razonamiento. Si razonamos sólo cuando alguien se ha portado mal, sólo cuando aparecen las conductas molestas puede llegar a transformarse en castigo, mientras que recordar algo que ya se ha razonado en ocasiones no perturbadoras suele ser más eficaz y más educativo.

  1. Hoy se habla de la teoría del vínculo y de la motivación, sin embargo resulta siempre en términos de praxis llevar la teoría a la práctica, pues el profesor quiere hacer la clase y avanzar en su programa y la indisciplina no le deja. ¿Cómo comprender este escenario? ¿Qué opinas de educar razonando o castigando a niños rebeldes o adolescentes rebeldes? ¿ es posible, esto funciona en la práctica?

Hay dos aspectos importantes dentro del aula: gestionarla y controlarla. Gestionarla es organizar las tareas para lograr un rendimiento máximo en el grupo, controlarla es dedicar el tiempo a mantener el orden. Indudablemente el tiempo debe estar gestionado al máximo y debe quedar un mínimo de tiempo empleado en mantener el orden. Cuando esto no se cumple es necesario cuestionarse a fondo lo que sucede en esa aula, en ese centro y soluciones grupales, de centro, no de aula que permitan encauzar la tarea de la enseñanza. Buscar soluciones eficaces para alumnos menores o adolescentes rebeldes y aplicar programas de intervención de la violencia escolar, que son distintos a los de la indisciplina, y que sabemos dan resultados a corto y largo plazo. Programas que sin duda deberán adecuarse a una población determinada. Ya que castigar y razonar en estos casos no es suficiente. Invertir más en formación y programas y menos en castigos.

  1. ¿Qué tipo de conductas hay que reforzar hoy que propicien un clima de disciplina en la Escuela que fortalezca la salud mental y la calidad de vida de sus estudiantes?

Básicamente conductas de respeto, de propiedad compartida, del conocimiento como instrumento válido y personal y gratificante, de esfuerzo y voluntad, de disciplina mental y por supuesto cooperación con nuestro entorno cercano y lejano, de satisfación por superar las dificultades de aprendizaje y cotidianas y rutinarias. Satisfacción al mirar hacia uno mismo y tener la seguridad de poder comportarse adecuadamente contemplando los logros y no sólo los desaciertos. Pero para ello es necesario evaluar el comportamiento, secuenciarlo e ir exigiendo poco a poco al alumno un mayor grado de control y responsabilidad con los mecanismos educativos adecuados al alumno y a su grupo.

Es fundamental enseñar a respetar, es el principio básico. La calidad de vida y salud mental de los alumnos se relaciona directamente con la satisfacción personal, en este sentido la disciplina programada y como objetivo educativo facilita la formación integral del alumno pues favorece las interacciones e interrelaciones personales alumnos-alumnos, alumnos-profesor.

Favorece la socialización del alumno y cohesión a un grupo al pautarle y enseñarle a comportarse, ya que nos proporciona la posibilidad de autoregular nuestra conducta.

  1. Hoy se habla del “aprender a vivir juntos” y de Proyectos de Convivencia en la escuela ¿Qué bases psicológicas y educativas sustentarían un nuevo paradigma en este campo para involucrar una renovación del proyecto educativo actual? ¿Qué estrategias psicoeducativas ayudarían a mejorarlo?

Las bases psicológicas que sustentarían un nuevo paradigma, deben basarse en un nuevo enfoque que no parta de Aprender a aprender, un enfoque que recoja las corrientes actuales constructivistas en las que Querer aprender es más importante que el aprender a aprender. El aprender a aprender entraría dentro de un enfoque mecanicista-constructivista-tecnicista, estamos dando instrumentos para que sepan cómo se aprende más fácilmente o eficazmente o más rápidamente y se ha olvidado darle sentido al aprendizaje, no es suficiente con darle significado. El aprendizaje significativo no es suficiente, tiene que tener sentido. La renovación del Proyecto Educativo actual es imprescindible tanto en los países considerados más avanzados como en los países menos avanzados, es más es necesario que los países no escolarizados , entendiendo por no escolarizados, aquellos países en que es elevado el número de población infantil en edad de formación básica no reciben una educación formal si no que reciben una educación prioritariamente informal: familia y grupo social de referencia. Bien, pues estos países, entre los que se encuentra Perú, tienen la posibilidad de aplicar nuevos modelos de enseñanza, nuevos sistemas que recojan un proyecto educativo significativo y con sentido. Unas estrategias que contemplen desde el inicio el desarrollo de la personalidad, el desarrollo moral, la disciplina, y un alto nivel de instrucción en materias básicas tecnológicas y humanistas.

  1. Hoy en la educación para construirla ¿Qué aspectos hay que tomar en cuenta convivencia sana y pacífica en el mundo de la escuela y familia?

La educación debe ser compartida: familia, escuela y agentes sociales. No existe uniresponsabilidad, la responsabilidad es por deber social compartida por todos los que forman una sociedad. La familia es coresponsable de la educación de sus hijos y por lo tanto debe ser asesorada psicopedagogicamente, deben crearse recursos para llegar a compartir la enseñanza y la crianza, deben crearse espacios para apoyar la labor familiar.

10.¿Cómo podría trabajar un profesor responsable de sus estudiantes desde los primeros años de la escuela para gestar un trabajo en disciplina que construya valores. Inicial de 2 a 5 años…..hasta los 16 años

Creando aulas de valores, de creencias, de pensamientos compartidos. Aulas donde el ocio sea compartir ideas. El Maestro el guía, el árbitro, el que reflexiona con una generación distinta y por lo tanto con memorias distintas, el que regresa al pasado para hacerlo presente, el encargado de que no se olvide ningún conocimiento. Estamos en estos momentos elaborando material para estimular la convivencia en niños muy pequeños, ya que curiosamente no existen materiales que fomente conductas cívicas en las primeras edades, estoy hablando de 0 a 4 años, y para edades posteriores existen pocos y la mayoría enfocados a encauzar la conducta violenta.

  1. ¿ Cómo evaluar la disciplina en el aula? Primero programándola y al igual que los demás aprendizajes realizando un seguimiento que permita observar los progresos en esta área.

 

  1. ¿Cómo educar en auto disciplina en la escuela hoy?

Insisto programando la disciplina como un objetivo educativo, primero enseñamos a comportarse utilizando criterios evolutivos, éticos, y socio-culturales y a medida que van progresando se exigen las responsabilidades pertinentes.

La escuela debe favorecer fundamentalmente hábitos escolares: horarios, silencios, posturas, actitudes, habilidades… Debe imponer normas y crear la consciencia de la necesidad de las mismas en ese contexto determinado, aula, crear consciencia es fundamental y relativamente fácil en las primeras etapas. La disciplina como un esfuerzo entre todos por respeto a la libertad del otro, es en definitiva buscar el equilibrio entre mis necesidades y las de los demás en escenarios compartidos. Nosotros en la actualidad estamos trabajando utilizando el criterio de disciplina contextualizada para crear esa consciencia de autoregular el comportamiento en función de otros, y el otro a la vez soy yo.

13.- ¿Cuál sería el perfil de un alumno disciplinado?

En cualquier edad un alumno disciplinado es el que de vez en cuando se descontrola, de vez en cuando. Y es capaz de reconocer y sentir insatisfacción por esa conducta inadecuada aún habiendo sentido satisfacción al realizarla y deseos de seguir realizándola, es el que controla sus deseos y los enmarca en valores de satisfacción grupal y no personal. El alumno disciplinado es el que va adquiriendo conocimiento de cómo comportarse y en la medida de lo posible hace esfuerzos por cumplirlos. Sabe cómo comportarse, sabe jerarquizar lo más inadecuado frente a lo posiblemente inadecuado y actúa en función de esos valores: se esfuerza por no molestar, por no distraer a otros, por esperar el turno, por contestar correctamente, por demostrar sus desavenencias utilizando un lenguaje formal no agresivo, ayuda y enseña a otros, se queja del inadecuado comportamiento de otros, frente a dilemas de comportamiento razona en función del bien general y no del propio y procura mantener el respeto a las normas existentes. Defiende sus derechos y sus deberes.

( 1) Nota: Disciplina para la Escuela y la Vida .(Entrevista a la Dra. Margarita Vidal) Publicada por la revista SIGNO Educativo. Año 11- Nº 110. Agosto 2002. páginas 6-10. Perú.