Ataques de Ira

Ataques de ira. Control de la rabia

Aprender a controlar los síntomas físicos que nos provocan las situaciones que nos irritan, es el primer paso para controlar la rabia o ira, con el control de los síntomas evitamos que suba la intensidad de la ira que sentimos, y eso nos ayudará a controlar la reacción o comportamiento agresivo e impulsivo.

Las tres técnicas que ayudan a controlar la ira son: autoverbalizaciones, respirar y la relajación.

Son las técnicas que logran bajar la intensidad de las reacciones físicas, al bajar la intensidad de las reacciones físicas baja la tensión corporal, se siente más calmado y con menos necesidad de actuar impulsivamente. Es un primer paso para calmarse y actuar de forma distinta, para controlar el impulso a reaccionar con un comportamiento agresivo, y cambiarlo por un comportamiento más pacífico.

Un primer paso es entrenarse en el control de la tensión corporal que le provocan las situaciones que le producen tanta ira. Entrenarse cuando esté tranquilo y sin situaciones estresantes, para poder aplicar las técnicas cuando sucedan hechos que le irritan.

Las reacciones fisiológicas intensas que suelen aparecen cuando siente rabia, ira, producen tensión en el cuello y hombros, tensión en la mandíbula y bruxismo, tensión corporal en general, y molestias en el estómago ante esas situaciones.

Estas reacciones fisiológicas pueden controlarse y disminuir con las tres técnicas.

Después se entrenará en controlar las reacciones emocionales y conductuales que provocan los hechos y situaciones irritantes: la intensidad de la ira y el impulso a responder con conductas agresivas.

Y finalmente, se entrenará en el control de las reacciones cognitivas, los pensamientos que desencadenan  irritabilidad intensa por la sensación de frustración, ataque a su persona y falta de respeto.

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