El respeto y la responsabilidad son los dos conceptos básicos que vertebran el programa ERAC, Enseñar a Respetar y Aprender a Comportarse. La palabra respeto es una palabra muy utilizada en los espacios educativos y sociales en general, la responsabilidad también es una palabra que se emplea con frecuencia.
Tanto el respeto como la responsabilidad son dos palabras que pueden definirse de diferentes maneras y según se definan establecen dos formas de actuar y comportarse diferentes, muy diferentes. El concepto que tengamos de respeto y responsabilidad, explícita o implícitamente, consciente o inconscientemente, guía parte de nuestras conductas y la valoración moral que realizamos de las conductas propias y de los demás.
Es imprescindible en educación realizar una definición explícita de estos dos conceptos, tan importantes dentro del desarrollo moral y social, para que alumnos y profesores, niños y adultos partan de una misma idea sobre respeto y responsabilidad, que les ayude a valorar los hechos, comportamientos o sucesos desde un prisma o criterio común.
Por ejemplo, decir o poner como norma “respetar al profesor” es poco útil y práctico sino se define lo que significa respetar, y es antipedagógico sino se añade inmediatamente “y al alumno”: “Respetar al profesor y al alumno”, es lo correcto, puede abreviarse diciendo: Respetar a las personas. Respetar a las personas, sigue siendo incorrecto sino definimos respetar y en educación añadimos: tipos de jerarquía, cooperación o roles a los que se les debe en un momento determinado un tipo de respeto, que está definido, además, por el rol o papel que en cierto momento asume una persona, como puede ser la autoridad del profesor dentro del aula, que no es la misma que fuera del centro escolar sobre los alumnos, o al alumno cuando asume un rol determinado en el aula o en las tareas de clase, etc., el respeto a las personas varía además según el papel que asumen las personas en un momento determinado.
En cualquier caso, estamos de acuerdo y en este sentido, seguiremos la teoría de Piaget sobre el desarrollo moral, cuando dice que el respeto que conduce al bien, al bien moral, es el respeto mutuo, no el respeto unidireccional, hay que respetar al profesor es unidireccional e indica autoritarismo, que no es lo mismo que autoridad, el respeto unidireccional es autoritarismo, despotismo y egocéntrico, tiene muy poco de social: “En moral, la intención lo es todo. En derecho se requiere un “cuerpo” del delito, pero sólo hay delito si ha habido intención, imprudencia o negligencia” (Piaget, p. 275. El criterio moral en el niño).
Piaget diferencia dos tipos de respeto y dos tipos de responsabilidad, que sin llegar a constituir etapas evolutivas, mantienen un orden de sucesión evolutiva invariable: primero aparece el respeto unilateral, el más primitivo y egocéntrico, la obediencia por la obediencia y por el miedo y el temor, y después el respeto mutuo o respeto social y solidario, que se inicia alrededor de los seis años y que es el de las sociedades que favorecen la cooperación entre sus miembros, entre estas dos formas de conciencia existe un intermedio que es la construcción de la responsabilidad interior, individual, y no por obediencia a las normas sin más, por un sentido de responsabilidad con el otro. Mentalmente un sujeto se convierte en adulto cuando deja la mentalidad infantil y accede a la mentalidad de la cooperación, o mentalidad social: “Desde luego la responsabilidad individual es un fenómeno social, sin la cooperación de los individuos la conciencia ignoraría el bien moral y el sentimiento de culpabilidad. Pero es un fenómeno de orden distinto a la obligación a pesar de constituir la forma de equilibrio hacia la cual tiende toda la historia de la responsabilidad humana” (p.285)
Así que podríamos preguntarnos ¿qué es faltar al respeto?, al profesor, a un compañero, a un adulto, a una persona mayor, etc., y para contestar es necesario definirlo y enseñar a los niños, a los alumnos, las conductas y comportamientos que son considerados respetuosos con uno mismo y con el otro. Y, a qué edad pueden considerarse algunas conductas como faltas de respeto, y en cambio no son faltas de respeto a otras edades, o en otros contextos, ya que o bien por edad evolutiva no tienen capacidad para actuar de otra manera, lo cual no significa que no deban reconducirse ciertas conductas evolutivas para que vayan encauzándose por otro camino, sino todo lo contrario, deben señalizarse las conductas para que no se desvíen moralmente pero no son faltas de respeto, y esa diferencia marcará el tipo de sanción impuesta, en cuanto a los contextos una misma conducta puede ser falta de respeto y no serlo en otro contexto, decirle a un profesor en clase: ¡eh! Tú, ya es la hora de salir, debe considerarse una falta de respeto, pero decirle a un compañero lo mismo cuando van a salir del colegio no es faltar al respeto, es lenguaje coloquial o no formal.
En base a estos enfoques teóricos, entre otros, se ha elaborado el programa ERAC y las actividades para enseñar a respetar y a ser responsable, teniendo en cuanta los aspectos evolutivos-cognitivos y los contextos en los que se realizan las conductas.