Observe a su hijo o a los menores a su cargo (colegios, tutores, maestros o cuidadores en general) y:
Consulte al psicólogo:
- Si tiene dudas sobre el desarrollo del lenguaje
- Y si presenta alguno de los síntomas que le indicamos
Vocabulario
– El vocabulario sigue aumentando
– Desarrollo y uso de conceptos abstractos que incluye en su discurso hablado
– Capta y empieza a utilizar aspectos semánticos no literales de las palabras: ironía, juegos de palabras
Pronunciación
– Prácticamente no existen ya dificultades de pronunciación, pueden pronunciar mal algunas palabras de vez en cuando o palabras difíciles de pronunciar en frases complejas. Pero en general no manifiestan dificultades para pronunciar.
Gramática
– Amplia el repertorio gramatical y utiliza más oraciones complejas
– Entre los 4 y los 10 años un aumento progresivo de términos conectores que facilitan el discurso hablado y la comprensión del que escucha: Aumento de preposiciones, adverbios y otros mecanismos que unen el vocabulario y las frases y hacen el discurso más complejo y creativo
– Disminuye el uso de las conjunciones y progresan las oraciones complejas
– Desarrolla y va dominando las oraciones complejas como las comparativas que inició alrededor de los 4 y 5 años
– Adapta la sintaxis en función de la pragmática, o sea, utiliza formas gramaticales según el contexto y las personas, esto es, empieza a controlar cómo decir las cosas según a quien se dirige o según el contexto y, generalmente, no necesita la ayuda de los adultos en circunstancias que ya conoce.
Pragmática
– Adaptan el lenguaje, la forma de hablar, según el contexto social, las personas y tienen en cuenta las palabras que pueden molestar a los demás y las evitan o intentan evitarlas no nombrando ciertos temas o palabras que creen que no son adecuadas en ese momento.
– A partir de los 4 años algunos niños respetan el turno de su intervención hablada, pero es a la edad de los 7 años en adelante cuando la mayoría de niños empiezan a respetar el turno de palabra en la conversación sin la necesidad de un adulto que les ayude y si interrumpen son capaces de esperar cuando les dicen espera a que el otro termine.
– Lenguaje flexible que se adapta a las circunstancias. Entre los 4 y los 8 años aprenden a utilizar el lenguaje para persuadir, argumentar, negociar con otros y a adaptar su lenguaje al interlocutor y a las circunstancias del momento.
– Alrededor de los 9-10 años, en general, son capaces de modificar el habla, la forma de hablar, sin necesidad de ayuda del adulto en muchas situaciones y circunstancias, tanto familiares como no familiares. Esto es, son capaces de pensar a quién se dirigen, de qué tema se habla y la importancia del tema para la otra persona, y cómo se tienen que dirigir para solicitar algo y para mantener una conversación formal, educada. Las habilidades comunicativas, para hablar con los demás y ser educado incluyen tanto el habla, las palabras, como los gestos.
– Utilizan el lenguaje de forma consciente y comprenden el valor moral de algunas expresiones verbales. A partir de los 9-10 años comprenden la obligación moral de comprometerse verbalmente con algo, y empiezan a controlar y comprender expresiones y palabras como por ejemplo la palabra prometer, gracias a la conciencia metapragmática, esto es, pensar sobre el uso de la palabra en uno mismo y en lo que puede afectar a los demás. Diferencian moralmente el valor ético de hacer o decir que harán algo, de prometer que harán algo, y le dan ese valor de obligatoriedad moral al término prometer (y a otros términos) e intentan utilizarlo correctamente para cumplir con su palabra y evitar defraudar a los demás si consideran que realmente no lo pueden cumplir.
Síntomas
- Lenguaje sencillo, vocabulario básico y concreto, le cuesta comprender y utilizar palabras abstractas y técnicas
- Dificultad para pronunciar bien frases o palabras largas
- Frases sencillas, no habla utilizando oraciones complejas básicas
- Habla o discurso desorganizado, poco cohesionado
- Interrumpen constantemente la conversación, no mantienen el turno
- Parece que no entiende las bromas verbales, la ironía …
- Hablan muy poco y con pocas personas
- Lenguaje rígido, monótono. No adaptan el lenguaje a las circunstancias, no tienen en cuenta con quien hablan y parecen o son maleducados.
- Utilizan, sin conciencia moral o con maldad y para engañar a otros, palabras que indican compromiso moral de realizar algo, como la palabra prometer.
- Utilizan con maldad la palabra prometer para conseguir cosas y son conscientes de esa forma de utilizarla.