Infancia

Rabietas evolutivas

Los ataques de ira evolutivos se dan en todas las edades del desarrollo humano, en las primeras etapas del desarrollo los ataques de ira más conocidos son las rabietas infantiles, rabietas, lo dice el nombre, también se conocen por los “terribles dos años”. Las rabietas son ataques de ira por frustración, malestar, cansancio, enfermedad o cualquier otra causa que les molesta, aunque no sepamos cuál, y es la forma que tienen para expresar el malestar.

Las capacidades y habilidades en desarrollo en estas edades tempranas, no les permite expresarse de otra manera que con berrinches. Necesitan expresar su malestar y lo hacen con los recursos que tienen.

A medida que sus capacidades en desarrollo avancen, y les enseñemos cómo expresar la rabia y cómo enfadarse, las rabietas evolutivas van desapareciendo. Aparecerán otras conductas para expresar su malestar y frustración: vete, no te quiero, tonto, fuera…

Recuerde, las rabietas van desapareciendo por edad y por las pautas educativas que les demos.

Recuerde, las rabietas deben aparecer en esas edades o algo no funciona bien, y deben ir desapareciendo a partir de los 3 años dando lugar a otras conductas que expresan su malestar, sino desaparecen algo no funciona bien.

Los ataques de ira puntuales, con mayor o menor intensidad, se van repitiendo en cada etapa del desarrollo. Así nos encontramos que alrededor de los 6-7 años vuelven a reaccionar con ira intensa en según qué situaciones puntuales, gritos, insultos, portazos… y los ataques de rabia intensa vuelven a aparecer entre los 9-11 años, y entre los 12-14 años, y en menor medida a partir del final de la adolescencia. Y en cada edad evolutiva utilizan los recursos que tienen.

Las rabietas de los 2 años suelen ser muy intensas, a partir de los 3 años y ya a los 4 años, dejan de llamarse rabietas y a partir de esta edad se llaman ataques de ira o de rabia, tanto en niños, adolescentes o adultos.

Educar el comportamiento desde el inicio es importante para que aprendan a comportarse según la edad de desarrollo. Entender las conductas y comportamientos molestos y agresivos, como parte de un proceso educativo que debemos enseñar y no como mal comportamiento. Diferenciar entre mal comportamiento y comportamientos evolutivos que es necesario canalizar educando, es lo que nos ayuda a educar en valores éticos.

En los adultos también aparecen de forma puntual ataques de ira, de rabia. La ira es una reacción emocional primaria que no desaparece, está y debe estar en todas las edades, de forma poco frecuente y controlable.

Las culturas y la educación van enseñando cómo expresar esta emoción y ante qué situaciones es tolerable o no, una reacción intensa de ira, ataque de ira, y así desde pequeños y a través de los distintos contextos y sistemas de transmisión cultural se adquieren los conocimientos y herramientas que permiten controlar las reacciones emocionales y gestionar la intensidad de ira.

En definitiva, las rabietas de los dos años es la forma de expresar el malestar, en esos momentos no tienen más recursos para expresar su emoción de dolor por algo que les molesta, no consiguen, cansancio o enfermedad. Qué hacer ante las situaciones de rabietas, lo primero mantener la calma, evitar que el niño se haga daño, permanecer al lado en silencio y poco a poco desaparecen. Cuando termine la rabieta, consolarlo y seguir con lo que se estaba haciendo, el niño de dos años cuando descarga la tensión que le ha producido la frustración, suele quedarse tranquilo, no es necesario empezar a hablarle de lo que ha sucedido. Ya está.

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