La ansiedad se manifiesta con síntomas físicos y pensamientos que producen malestar. Los síntomas físicos y mentales aparecen cuando estamos ante una situación problemática para nosotros, incluso cuando creemos que no pasa nada, que todo va bien.
Los síntomas que caracterizan la ansiedad son diversos y de diferente intensidad. Pueden aparecer muchos síntomas, o solamente unos cuantos.
Estos síntomas aparecen en los diferentes tipos de trastornos de ansiedad, y en las crisis de ansiedad puntuales. Si aparecen pocos síntomas y muy de vez en cuando, suelen ser crisis de ansiedad momentáneas. En cualquier caso, es aconsejable aprender algunas técnicas de control de la ansiedad, disminuyen la intensidad de los síntomas cuando aparecen y proporcionan el sentimiento de control y seguridad de la situación. También es aconsejable buscar que nos está preocupando para afrontarlo.
Si tiene crisis de ansiedad con frecuencia aunque sean leves, y por supuesto si son intensas y frecuentes, o bien cree que es su forma de ser “siempre he sido así”, consulte con un profesional de psicología o psiquiatría, para que valore si son crisis de ansiedad puntuales o si es un trastorno de ansiedad, y le proporcione el tratamiento adecuado.
Los síntomas físicos y los pensamientos más frecuentes son:
Palpitaciones
Sudoración, escalofríos
Manos sudorosas
Temblores o sacudidas
Hormigueo
Sensación de falta de aliento o ahogo
Sensación de atragantarse
Opresión en el pecho
Dolor de cabeza
Tensión en hombros, cuello
Temblor en las piernas
Sequedad en la boca
Cansancio, fatiga
Visión borrosa
Ganas de ir al baño
Náuseas, molestias abdominales
Mareos
Vértigo
Pensar que va a perder el control
Que va a volverse loco
Que puede morir en ese momento
Pensar que va a ocurrir lo peor
Solicitar ayuda profesional, médico y psicólogo, cuando se presentan estos síntomas con más o menos intensidad, descartar enfermedades, y si es ansiedad o estrés iniciar tratamiento.