Agresividad de 0 a 6 años Agresividad en la Infancia Infancia Psicología y Desarrollo

Niños agresivos

“Los arrebatos de agresividad son normales en la infancia. La agresividad se convierte en problema  cuando la frecuencia es alta y es persistente. Y se convierte en trastorno cuando necesita agredir para sentir satisfacción.” (1) y sigue la cita diciendo que las conductas agresivas también pueden aparecer por enfermedad o trastornos orgánicos.

Los autores que estudian este tema, coinciden en que resulta difícil dar una definición de qué es agresividad. La mayoría de autores coincide en que es provocar daño intencionado a una persona u objeto, animado o inanimado. Otro tipo de conductas que provocan daño, no se consideran agresivas, se consideran accidentes que hacen daño a otros, pero no tienen esa intencionalidad.

Esta diferencia entre agresividad con intención de hacer daño y agresividad sin intención de hacer daño, nos puede ayudar para planificar las acciones educativas según el comportamiento agresivo observado.

Las agresiones pueden ser de diferente tipo:

  1. Agresión física o verbal
  2. Directa: amenazas, ataques
  3. Indirecta: cotilleos, rumores
  4. Física: destruir las propiedades de alguien
  5. Agresión emocional: Provocar daño a otro porque ese otro nos provoca aversión, simplemente. Se suele utilizar palabras que puedan enojarlo, insultos, ataques a su persona o familia o a algo que quiera.

Cuando aparece algún tipo de estas conductas, se considera una agresión activa: amenazas, rumores, insultos…

Y se dice que es pasiva cuando intenta que otro no consiga su objetivo.

Antes de los 2 años observamos con frecuencia conductas agresivas-evolutivas, reaccionan agresivamente a cosas que les producen malestar, y lo hacen utilizando los recursos que tienen en ese momento.

A partir de los 3 disminuye la frecuencia de conductas agresivas-evolutivas,  y a los cuatro  son menos frecuentes.

Entre los 3 y 4 años los niños ya pueden aprender a controlar su conducta con mayor frecuencia.

A partir de los 3-5 es cuando podemos observar con más facilidad si un niño es agresivo, el criterio que se sigue es la persistencia y frecuencia de conductas agresivas y cada vez más intencionadas.

Consideramos que un niño es agresivo a partir de los 3-4 años cuando tiene episodios agresivos con frecuencia. En este caso es necesario consultar con un profesional de psicología.

(1) Serrano Pintado, I. (2006). El niño agresivo. Ed. Pirámide. Madrid.